Guión: "El Crédito"


Sinopsis:
¿Hasta que punto depende nuestra vida de un crédito bancario?...¿Cuanto estaríamos dispuestos a perder por un beneficio que no existe?...¿Son los bancos realmente seguros?...¿Y nosotros?... ¿Lo somos?


Y si usted ha respondido que “sí” a cualquiera de las tres últimas preguntas, posiblemente, no entienda a priori el chiste, y teniéndoselo que explicar alguien como consecuencia, usted acabe pensandotras la lectura de de este guión, que mi trabajo es unaverdadera porquería. Ya se lo adelanto. Ahora bien, si ha respondido otra cosa, quizá disfrute con ésto tanto como he disfrutado yo escribiéndolo. Aunque es un suponer, y por otro lado, un deseo profundo.


El ser humano se ve parodiado en su propio sitema y sociedad en un guión rápido de montaje sencillo pero de contenido trascendente, pues tras la broma, se esconde siempre una crítica. Cómico es el géreno, Hilarante es desarrollo de la historia de nuestros personajes con psiques estereotípicas. Pero histriónico y terrorífico a la par resultaría saber que algo así, nos puede pasar hoy mismo, o en su defecto; El día menos pensado.


Que Dios reparta suerte.


1.1.INTERIOR SUCURSAL. DÍA.


La acción nos sitúa en una sucursal bancaria en donde están sentados en una mesa llena de carpetas y documentos, el AGENTE bancario y el CLIENTE.


AGENTE -La escritura del piso, dos avales bancarios, las cuatro nóminas compulsadas, el depósito de ocho mil € en efectivo, los títulos de propiedad del chalet de la sierra, y de su casa en la playa, la vida laboral, de usted y de su esposa, el certificado de estar al corriente con Hacienda y la Seguridad Social,
el certificado de penales y el reconocimiento médico. Lo hemos analizado todo y está todo conforme, correcto y en orden, señor Granados. De modo que, podemos proceder a hacerle entrega del préstamo.


CLIENTE -Muy bien… (Timorato) ¿Me lo podrían... formalizar en efectivo?...


AGENTE -… (Extrañado) Esto es una situación un tanto atípica Sr. Granados, por estas cantidades…


CLIENTE -No… ya, ya… (Consciente)


AGENTE -No solemos hacer la entrega al momento… Me va a disculpar, pero tendría que pedir una autorización para una cosa así que se sale… un poco de la norma. Si me disculpa…
(Descuelga el teléfono)


AGENTE -Macías, soy Montoya, tengo aquí al señor Granados y tengo aquí su expediente... ¿Te acuerdas?... Lo único que quiere es que se le entregue ahora mismo la cantidad… en efectivo... (Se oye una voz distorsionada)... Sí, sí, claro. (Dirigiéndose al cliente) Va a consultar al gerente. (Suena una musiquita ridícula de espera y ambos se miran en un incómodo silencio)


AGENTE -¿Sí? (apurado)… Dime, dime Macías. ¿El gerente tiene que pedir autorización al director central?... Vale. (Dirigiéndose al cliente) Espere un momentito, por favor…
(Vuelve a sonar la musiquita, la tensión crece) Al asesor le cuesta mantener la mirada, al contrario que el cliente, quien no da crédito. (Se oye una sonido que simula la voz al otro lado del
teléfono).


AGENTE -Vale, ok. (Dirigiéndose al cliente) Van a llamar a Suiza…
(Vuelve a sonar la músiquita, el cliente comienza a perder la paciencia y el agente comienza a traspirar. El ambiente se transforma en irrespirable por ambas causas. Ésta vez, la musiquita se prolonga más aún, igual que el incómodo silencio)


AGENTE -…¿¡Sí!? (contesta al teléfono con preocupación) Ajá… (escuchando atento) Ajá… Vale. Muchas gracias, Macías. Gracias por la gestión.


AGENTE -Bueno… Está usted de enhorabuena… Le van a conceder el crédito. Y se lo van a entregar en efectivo. (Suspirando)


CLIENTE -Muchas gracias, de verdad, de corazón… No sabe cuánto se lo agradezco.


AGENTE -Puede estar usted satisfecho porque no es habitual, ¿Eh?...


CLIENTE -Me quita usted un peso de encima… Me cambia el panorama por completo.


AGENTE -Se lo agradezco, y lo entiendo, lo entiendo… Bien, pues aquí está. Sus diez euros. (Saca un billete roto y se lo ofrece “estirado” con las dos manos)


CLIENTE -Muchas gracias (Se lo guarda)


AGENTE -… (Rascándose la nuca) Una cosita que no le había comentado. Es una minucia, una tontería (mordiéndose el labio). Ésto, lógicamente como todos los créditos, tiene unos gastos de gestión…


CLIENTE -Y ¿De cuánto es?...


AGENTE -Nada… veinte euros.


CLIENTE -Tenga (le da un billete nuevo).


AGENTE -Muy bien (lo guarda en un cajón).


CLIENTE -Muchisimas gracias. (se levanta y estrecha la mano del agente) PLANO GENERAL. CLIENTE sale de campo.


AGENTE -Ha sido un placer ayudarle.


Fundido a negro y créditos.

Storyboard:


Los tiros de camara son estáticos y fundamentalmente tres. Atendiendo a los textos de cada personajes usaremos planos con escorzo del personaje que escucha, y nos serviremos en el montajede la técnica del plano-contraplano para unir los
dos brutos necesarios, junto con un plano general para las últimas palabras del texto, y que muestra algo más de la sucursal bancaria; Su nombre. Siendo éste una ironía de toda la pieza en sí.


La parte técnica no es necesariamente compleja, ya que el guión se fundamenta en esencia en la parte dramática. El texto y sus consecuencias son los motivos principales de atención del espectador, ofreciendo más posibilidades un montaje A-B alternado. La aparente simpleza del montaje contrasta con la de su composición, la magia de sus silencios y el leiv motiv de la melodía de espera, que también es otro actor más. Para los dos primeros planos conseguiresmos un fondo desenfocado definiendo a los actores en primera línea con algo de aire ya que el micrófono debe estar próximo, o en su defecto oculto.
El plano final es nítido y ha de ser también estático para poder introducir los elementos digitales de atrezzo con la intención de que no desentonen demasiado. Un truco simple y útil.


Los personajes:


CLIENTE:
El Sr. Granados es un joven entrado en la veintena, que tras dar un paso significativo en su vida como pudo ser casarse, se dispone a dar otro gran paso; Enfrentarse a un crédito bancario. Tiene un carácter tranquilo y simpático. Siempre ha sido un chico muy correcto y educado, pero no puede evitar sentir cenizas de su timidez adolescente. La esencia radica en su “descuído”. No le importa pagar lo que haga falta con tal de concluir aquel mal rato que le suponía una incertidumbre insoportable e incontenible.
Es el protagonista. Representa la ilusión (de iluso), la incertidumbre, la necesidad, y al final el conformismo.


AGENTE:
De carácter ambicioso, soltero y con 32 años sería capaz de vernder hielo a un esquimal. Íñigo Montoya es conocido por su eficiencia y seguridad. Pero su falta de naturalidad amparada en fines comerciales, le hacen perder enteros. Es un expositor de gestos, voces y maneras que el cliente desea escuchar y ver.
Los años que lleva en el negocio le han llenado de trucos, ardúcias y salidas que emplea incluso en su vida personal. No obstante, la novedad de resolver una solicitud de crédito, le descolocará lo suficiente para estar a la misma altura que el más patoso novato.


Ése contraste el el fundamento de un personaje tan pedante como empático. Es el antagonista de la historia que representa la estrategia comercial de la que hacen uso las entidades, en este caso, los bancos. Primero nos introducen el caramelo, y luego o nos lo quitan, o no nos sale rentable.


Atrezzo:


SUCURSAL BANCARIA


La sucursal bancaria, gracias a su casi mínima profundidad de campo (aunque existente) se podría construir en cualquier aúla vacía haciendo uso de la mesa del profesor y un par de butacas para mantener el centro de la acción. Sobre la mesa, irían toda clase de elementos de atrezzo típicos de oficina: Bandejas, clips, celo, y la placa identificadora del agente. También se hace necesaria la utilización de un teléfono de mesa para las conversaciones con Macías. Habrá que añadir un montón más de papeles y demás carpetas de tamaños desiguales haciendo alusión a la cantidad de documentos que tendrá que presentar el cliente. Durante los planos del agente, en el fondo hay una fila de gente esperando al lado de un cartel que pone “caja”. En el plano final se presenta el cartel “Banco Brando” en una pared con otros carteles de creación digital entre los que se encuentra una foto del mítico actor. Y es que en este mundo, sin padrino no se va a ninguna parte.
Otro chiste, pero sublimal y para entendidos. En los planos del cliente, (dirigidos a lo que sería la entrada de la sucursal) podremos ver
unas plantas, y mas letreros con el logo y nombre del banco, unas estanterías con puertas, y sobre ellas, podemos utilizar más atrezzo de oficina, relojes, calendarios, agendas, formularios. También se hace necesaria la presencia de dos billetes de 20 y 10 euros, estando éste último más desgastado y roto. El asesor va en traje oscuro y corbata y el cliente con una ropa casual, con el cuello de la camisa asomando por el jersey dando una imagen más cómica. Para la luz, seguiremos el esquema luz principal, relleno y contra hasta el tiro del PG.



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